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Este proyecto de Paul Vásquez no sólo es una cocina, es un área social principal.

Actualmente la cocina además de brindar un espacio para el ejercicio gastronómico es un espacio que nos invita a interactuar y es considerada un área social principal dentro del hogar. En esta entrada te mostramos una corta entrevista que le realizamos a Paúl Vásquez, uno de los socios de INAI Arquitectura, en donde nos muestra la cocina Altavista, una de las cocinas que desarrolló en un penthouse en la ciudad de Cuenca.

¿Cuál fue la idea central en torno al diseño de la cocina?

Cuando proyectamos la cocina de este penthouse, teníamos que cumplir con el cometido principal de acoger a toda la familia en un ambiente que permita no solo el hecho de cocinar, sino que buscamos sobre todo un espacio para disfrutar de una buena conversación en un ambiente agradable.

¿Cómo resolviste las necesidades del cliente?

La disposición de los mesones de trabajo en isla nos permite una fluidez perfecta, la cocina y el desayunador se encuentran en el centro mismo y el mesón posterior de apoyo con el lavavajillas y fregadero están dispuestos de manera paralela. Un bloque cerrado de mobiliario, ubicado de manera perpendicular a la isla, alberga el almacenamiento, refrigerador y hornos, mientras que en el sentido opuesto existe un closet que contiene una amplia alacena con una pequeña área de café escondida.

No se colocaron muebles altos sobre los mesones para generar amplitud visual en la parte central. Todo el esquema se enmarca en un rectángulo perfecto, con simetrías perfectas.

¿Cómo relacionas la cocina con el entorno?

El penthouse tiene una privilegiada vista de la ciudad de Cuenca, por lo que se ha colocado un ventanal de grandes dimensiones frente a este espacio enfocando el skyline de la ciudad, y en oposición como telón de fondo, se ha dispuesto un jardín vertical que es el punto focal interior desde cualquier perspectiva. No era fácil equilibrar la belleza de las montañas y los tejados terracotas de la ciudad de Cuenca, por lo que emplear un elemento vegetal natural dentro de la cocina nos pareció siempre un perfecto ingrediente. Por otro lado, el clima de la ciudad y las especies empleadas en el jardín nos aseguran que no provoque contaminación.

¿Por qué decidieron utilizar el blanco en contraste con la madera?

La cromática en el mobiliario es bastante simple, lacas brillantes blancas y un tono maderado fueron la selección adecuada para no competir con el jardín vertical y el paisaje citadino que se muestra en los ventanales. Por otro lado, la madera es un material que se aplica en otras áreas del departamento y por lo tanto también nos permitía generar armonía entre los diferentes espacios. Los pisos tienen también dos texturas, aquella maderada que cruza de forma lineal todo el departamento y atraviesa por la cocina marcando la circulación peatonal y el resto de las áreas que salen de este recorrido se recubren con porcelanato calacata de gran formato.

El resultado nos ha parecido muy sobrio, sofisticado, simple y además el incorporar la vegetación hace que se convierta en una de nuestras cocinas favoritas.